La contestación oficial del Poder Legislativo de Tucumán al pedido de acceso a la información pública formulado por constitucionalista Luis Iriarte, ex legislador por Fuerza Republicana (1995-96), reveló cómo se definen los haberes legislativos, denominados “dieta” en la Constitución provincial.
La respuesta del vicegobernador y presidente de la Cámara provincial, Osvaldo Jaldo, no sólo consignó los montos de los ingresos de los 49 representantes del pueblo (ver cuadro “dietas legislativas”). Según se desprende de la versión oficial, las subas otorgadas sobre esos recursos desde 2015 hasta la actualidad estuvieron atadas a los porcentuales acordados en las paritarias con gremios estatales. Así, la dieta pasó de $27.000 brutos al inicio de 2015 a $158.000 brutos al cierre de 2019. Y fue reducida en un 10% en la semana que pasó, por lo que quedaría en unos $142.000 por los próximos seis meses (unos $118.000 en mano).
¿Cómo se determinaron estas sumas de dinero? ¿A qué obedecieron los cambios? La respuesta a Iriarte permite conocer cómo fue ese proceso, al menos en el pasado reciente.
El origen de toda la polémica
El artículo 68 de la Constitución provincial reformada en 2006 regula los haberes parlamentarios. “Los legisladores percibirán mensualmente una suma de dinero que se denominará dieta, tendrá carácter compensatorio de la función y será fijada por la presidencia del cuerpo”, consigna la norma.
El 2007, Iriarte, junto a su colega y esposa Carmen Fontán, planteó una acción declarativa de inconstitucionalidad respecto a este y otros puntos de la Carta Magna.
Tras varios años de litigio, la Corte Suprema de Tucumán le dio la razón, y “fulminó” el atributo del vicegobernador, en tanto titular de la Cámara, para establecer los ingresos de los legisladores.
El 15 de enero, cuando presentó la nota en la Legislatura para solicitar el acceso a información de las finanzas internas, el constitucionalista preguntó si en el período 2015-2019 la dieta había sido determinada según el artículo 68 de la Constitución. Además, requirió a Jaldo que indicara los montos de los haberes, y qué mecanismo adoptó la Legislatura para establecer esas cifras.
El ex legislador, en las cajas con documentación que retiró de la Legislatura el miércoles, llevó anexos con los números de decretos que acompañaron cada aumento para los representantes del pueblo, desde 2015 a la actualidad. “El monto de la dieta ha venido siendo actualizada siguiendo idénticos parámetros que el fijado por el Gobierno provincial para el sector estatal. Dicho mecanismo de ajuste no ha sufrido modificaciones con posterioridad a la sentencia a la que hace referencia; es decir, se sigue adoptando el incremento (pautado) para el sector estatal de la Provincia”, respondió Jaldo. Y agregó que, como vicegobernador, se limita “a la aplicación en la Legislatura de los ajustes que el Gobierno provincial fija para todos los empleados públicos”.
Algunos ejemplos
Para contestar sobre las dietas, el vicegobernador se sirvió de los informes del prosecretario administrativo, Oscar Humberto Fioritto, y del subdirector de Administración de Personal, Raúl Solano Vega. En una nota fechada el 28 de enero pasado -es decir, un día antes de la sesión que “recortó” los haberes parlamentarios-, Fioritto destacó que la base la pone el PE. Y añadió algunos ejemplos. “De manera similar a la que se resolvió en la paritaria oficial, (con) el mecanismo de actualización de las remuneraciones durante 2019 (establecido) por el Poder Ejecutivo, en la Legislatura se actualizaron en etapas los salarios, como así también las dietas”, consignó el prosecretario. Señaló las subas y el impacto de los ajustes por la “cláusula gatillo”:
• “un 12,5% sobre las dietas de febrero, a partir de marzo de 2019”;
1- “un 25% sobre las dietas de febrero, a partir de junio de 2019, en base a la variación del índice de precios al consumidor del primer semestre de 2019, descontándose el porcentaje ya concedido”;
2- “y un 40,3% sobre las dietas de febrero, a partir de septiembre de 2019, en base a la variación del índice de precios al consumidor desde enero a septiembre, descontándose el porcentaje ya concedido”. Fioritto advirtió que no se podía indicar el monto de la dieta de enero ya que, cuando redactó el informe, estaba pendiente la sesión celebrada en la semana que pasó.
Rebaja y sin “gatillo”
El régimen descripto en el informe para establecer las dietas un cambio que quedará en los registros históricos del Poder Legislativo de Tucumán. En la sesión del miércoles pasado, por unanimidad, los legisladores aprobaron una resolución que estableció una reducción del 10% en sus haberes “a partir del 1 de febrero” -o sea, desde ayer-, y por los próximos 180 días. Además, mediante una medida paralela, dispusieron la suspensión de posibles incrementos durante los próximos seis meses.
Así, en caso de que la Provincia ejecute la última cuota de la “cláusula gatillo” u otorgue adicionales a los trabajadores estatales, los legisladores no verían el impacto de tales aumentos en sus recibos mensuales. De esta manera, el monto bruto de las dietas quedaría “congelado” en $142.300. Con las reducciones por aportes jubilatorios y demás cargas sociales, el monto rondaría los $118.000.
Teniendo en cuenta estas cifras, los legisladores percibirían cada uno un bruto de $1,96 millón a lo largo de 2020 (el cálculo no incluye posibles incrementos; sí prevé el aguinaldo y la restitución del 10% para el segundo semestre). Así, la erogación anual por la dieta de los 49 legisladores para todo el ejercicio representaría el 1,45% del Presupuesto de la Legislatura. La partida global de Personal, en tanto, insume casi el 80% de los recursos de este año.
Otros cuerpos
¿Cómo son los ingresos en el Congreso de la Nación y en el Concejo capitalino?
Los diputados nacionales y los senadores nacionales también “congelaron” sus haberes, como hicieron los legisladores tucumanos -aunque en su caso no hubo reducción del 10%-. En el caso del Congreso de la Nación, las máximas autoridades sí cuentan con la potestad de fijar la retribución de los parlamentarios de las respectivas Cámaras. Según publicaciones recientes del diario La Nación, la dieta de un diputado nacional, a noviembre pasado, alcanzaba los $218.935 brutos, a partir de un incremento anual del 32% (respecto a 2018). El haber mensual de “bolsillo”, con los descuentos de rigor, rondaba los $161.000. Además, aquellos diputados con domicilio real fuera de Ciudad de Buenos Aires perciben un extra por desarraigo (equivale al 14,21% del total de la dieta). Además, pueden sumar un plus si optan por cobrar una suma fija de dinero en concepto de “movilidad” en lugar de los pasajes aéreos y terrestres. Por otra parte, los senadores nacionales perciben una retribución mensual, a noviembre, cercana a los $163.000 “de bolsillo”. En la Cámara Alta suman $20.000 por gastos de representación, y también perciben un plus por desarraigo y movilidad, según las publicaciones. En cuanto al Concejo de la Capital, la dieta en mano fue “congelada” en $85.000 mensuales, a los que se suman los gastos de bloque, fijados en unos $32.000, publicó LA GACETA este año.